El progreso de Internet ha revolucionado la forma en que realizamos nuestras transacciones financieras. Ahora, gracias a que la gran mayoría de personas, tenemos acceso a paquetes de internet más baratos y podemos conectarnos prácticamente desde cualquier lugar, tenemos la facilidad de acceder a todo tipo de herramientas digitales.

Sin embargo, la seguridad sigue siendo un desafío constante y una preocupación para muchos, sobre todo si tenemos en consideración la enorme cantidad de información nuestra que existe en internet. Este hecho ha provocado, que las personas busquen nuevas herramientas para garantizar su seguridad no solo física sino también digital.

Por ello, en este artículo, abordaremos las características principales que debe tener nuestra red, así como ciertos comportamientos por parte de los usuarios, que pueden ser de utilidad para incrementar el nivel de seguridad al momento de operar en internet. 

¿Qué características tiene una red de internet segura?

Es importante tener en cuenta que no todas las redes de Internet proporcionan el mismo nivel de seguridad y que este puede variar según el proveedor del servicio, las tecnologías de seguridad implementadas y las acciones tomadas por los propios usuarios. Y para poder determinar si una red es segura o no, es muy importante prestar especial atención a los siguientes aspectos:

  • Encriptación: es fundamental que la red de Internet permita establecer una conexión utilizando protocolos de seguridad como HTTPS (HyperText Transfer Protocol Secure). Esto garantiza que la información transmitida esté protegida y no pueda ser interceptada o modificada por terceros. La encriptación asegura que los datos se mantengan confidenciales y que solo sean accesibles para el emisor y el receptor autorizados. Al usar conexiones encriptadas, se minimiza el riesgo de que la información financiera sensible sea comprometida durante las transacciones en línea.
  • Procesos de verificación: la red debe contar con un mecanismo sólido de autenticación para verificar la identidad de los usuarios que llevan a cabo transacciones financieras. Esto implica la implementación de contraseñas seguras, autenticación de dos factores y otros métodos confiables de verificación de identidad.
  • Firewall: para garantizar la seguridad de la red, es necesario contar con un firewall que controle y supervise el tráfico de datos. Además, es importante implementar sistemas de filtrado de contenido que bloqueen el acceso a sitios web maliciosos o inseguros. Estas medidas ayudan a reducir el riesgo de exposición a amenazas cibernéticas al evitar que contenido potencialmente peligroso ingrese a la red, pues el firewall actúa como una barrera de protección, examinando el tráfico entrante y saliente para detectar y bloquear cualquier actividad sospechosa o no autorizada.
  • Mantenimiento constante: las actualizaciones periódicas de seguridad son cruciales para corregir posibles vulnerabilidades y protegerse contra las últimas amenazas cibernéticas. Esto implica mantener actualizados los sistemas operativos, las aplicaciones y cualquier software de seguridad utilizado en la red, pero también  contratar el servicio con una empresa que haga mantenimiento preventivo de forma constante a sus instalaciones. 
  • Malware: el malware, son programas o códigos maliciosos diseñados para dañar, infectar o comprometer un dispositivo sin el consentimiento del usuario. Para mitigar este riesgo, se recomienda utilizar programas antivirus y antimalware confiables que sean capaces de detectar y prevenir la presencia de software malicioso en la red. Estas herramientas son capaces de escanear y analizar archivos, correos electrónicos y sitios web en busca de posibles amenazas, alertando al usuario y bloqueando o eliminando cualquier contenido sospechoso.
  • Seguridad de la red inalámbrica: es de vital importancia asegurarse de que el Wifi esté protegida con el cifrado más sólido disponible, como WPA2 (Wi-Fi Protected Access 2), pues al emplear un cifrado fuerte y mantener actualizados los protocolos de seguridad de la red, se reducen las posibilidades de que los datos sensibles sean interceptados o comprometidos durante la transmisión.
  • Fibra óptica: las redes de internet más seguras, son aquellas que operan basadas en cableado de fibra óptica, esto se debe a que además de ofrecernos mayor velocidad, es una red inmune a una interferencia electromagnética y, por lo tanto, a ataques inalámbricos. Además, al enviar la información en formas de pulsos de luz, resulta mucho más fácil detectar un posible ataque físico, por la disminución de la intensidad de dicho pulso.

Pero si a pesar de esto, aún tienes dudas sobre la calidad de tu conexión a internet, también puedes acercarte a un profesional para que te asesore. Actualmente existen comparadores de servicios de internet que nos pueden ayudar, sin costo extra, a encontrar una red de internet que nos ofrezca las mejores características en cuanto a seguridad y conexión al mismo tiempo que el mejor precio se adapte a nuestro presupuesto.

¿Qué puedo hacer para protegerme en internet?

Simultáneamente, las acciones llevadas a cabo por los usuarios tienen un papel fundamental en la seguridad de una red. De hecho, las prácticas incorrectas constituyen la mayor amenaza en términos de ciberseguridad, dado que las personas pueden cometer errores que generen vulnerabilidades en la red. Por consiguiente, es crucial tener en cuenta las siguientes directrices con el fin de reducir al máximo cualquier tipo de riesgo:

  • Contraseñas adecuadas: para crear una contraseña segura, se recomienda evitar el uso de información personal obvia, combinar números, letras y carácteres especiales, asegurarse de que sea única y cambiarla regularmente.
  • Autenticación de dos factores: se aconseja activar esta función en todos los casos posibles, ya que esta medida añade una capa adicional de seguridad al requerir una segunda forma de verificación, como un código enviado al teléfono móvil, además de la contraseña.
  • Evitar redes Wi-Fi públicas: las redes Wi-Fi públicas pueden ser inseguras y potencialmente susceptibles a ataques de hackers. No obstante, en situaciones en las que no haya otra opción disponible, se recomienda utilizar una red privada virtual (VPN) o una conexión de datos móviles segura para acceder a Internet. Esto contribuye a proteger tus comunicaciones y datos financieros contra posibles amenazas.
  • No compartir información sensible: es fundamental abstenerse de compartir información como contraseñas, datos personales, o información financiera confidencial y en caso de que sea totalmente indispensable, siempre hacerlo a través de medios
  • Permanecer informado: uno de los puntos más importantes es estar al corriente de las últimas prácticas de seguridad en línea. Mantenerse informado acerca de los riesgos y las medidas de protección actualizadas implica participar en cursos de seguridad cibernética o buscar información confiable proveniente de fuentes reconocidas. Al adquirir conocimientos sobre estos temas, estarás mejor preparado para salvaguardar tus datos y mitigar los riesgos de seguridad en línea.

De esta forma, si combinamos estas recomendaciones con la instalación de un sistema de seguridad inteligente, podremos aumentar de forma considerable la seguridad tanto de nuestro hogar como de nuestros datos en internet, pudiendo disfrutar de las ventajas que nos brindan los servicios digitales con mayor tranquilidad.

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